CAP.8 Pero ¿quién es él? (EL ANTICRISTO Y LA SITUACIÓN MUNDIAL EN LOS ÚLTIMOS DÍAS) pag. 134-135
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(pág. 134-|135)
Referente a su origen y nacionalidad existieron diversas opiniones y suposiciones desde tiempos antiguos hasta nuestros días. Los profetas del Antiguo Testamento previeron y predijeron su aparición. En los primeros días del cristianismo cuando fueron dadas por Dios predicciones más exactas acerca de él, y cuando el emperador romano Nerón desencadenó la primera persecución contra los cristianos, lo consideraron el anticristo. Hasta en nuestros días existe la opinión de que el anticristo que ha de venir será un Nerón resucitado.
En relación con las terribles persecuciones de la Edad Media, hay quienes sostenían y sostienen que el anticristo será uno de los papas romanos.
En los tiempos del régimen de Pedro el Grande, debido a sus reformas eclesiásticas, la Iglesia Ortodoxa enseñaba que Pedro era el anticristo predicho por la Biblia. En los últimos tiempos, cuando aparecieron sobre la arena mundial personajes como Lenin, Mussolini, Hitler y Stalin, muchos consideraban a cada uno de ellos el anticristo. Acerca de Mussolini se pronunciaban discursos desde algunos púlpitos y por radio; aparecieron unas cuantas decenas de libros y folletos afirmando que él era el superhombre. Algunos, con la Biblia en la mano, lograron tener audiencia con Mussolini y le demostraron en base de las profecías que él podía ser el anticristo esperado.
Además de las personas religiosas que escribieron y hablaron acerca del superhombre, también lo hicieron distintos filósofos y escritores como Frederik Mietzsche, Dostoievsky, León Tolstoi y otros. Todas estas predicciones tienen su raíces en la Biblia, pero mostraban consideraciones y deseos personales, o propaganda política.
Al reunirse en Palestina en el ´último tiempo, Israel permanece sin convertirse al Dios verdadero, con el velo puesto sobre sus ojos con respecto al verdadero Mesías. Continúa aguardándole, pero no a Aquel a quien Dios ha enviado ya de acuerdo a su plan, sino a un hombre de gran talento y poder político. Sobre este punto de vista, el deseo de este mundo y el deseo del pueblo hebreo coinciden. El mundo e Israel rechazan el verdadero Rey y Salvador, Cristo, y en cambio esperan con gran expectación al libertador conforme a los deseos de la carne.
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Referente a su origen y nacionalidad existieron diversas opiniones y suposiciones desde tiempos antiguos hasta nuestros días. Los profetas del Antiguo Testamento previeron y predijeron su aparición. En los primeros días del cristianismo cuando fueron dadas por Dios predicciones más exactas acerca de él, y cuando el emperador romano Nerón desencadenó la primera persecución contra los cristianos, lo consideraron el anticristo. Hasta en nuestros días existe la opinión de que el anticristo que ha de venir será un Nerón resucitado.
En relación con las terribles persecuciones de la Edad Media, hay quienes sostenían y sostienen que el anticristo será uno de los papas romanos.
En los tiempos del régimen de Pedro el Grande, debido a sus reformas eclesiásticas, la Iglesia Ortodoxa enseñaba que Pedro era el anticristo predicho por la Biblia. En los últimos tiempos, cuando aparecieron sobre la arena mundial personajes como Lenin, Mussolini, Hitler y Stalin, muchos consideraban a cada uno de ellos el anticristo. Acerca de Mussolini se pronunciaban discursos desde algunos púlpitos y por radio; aparecieron unas cuantas decenas de libros y folletos afirmando que él era el superhombre. Algunos, con la Biblia en la mano, lograron tener audiencia con Mussolini y le demostraron en base de las profecías que él podía ser el anticristo esperado.
Además de las personas religiosas que escribieron y hablaron acerca del superhombre, también lo hicieron distintos filósofos y escritores como Frederik Mietzsche, Dostoievsky, León Tolstoi y otros. Todas estas predicciones tienen su raíces en la Biblia, pero mostraban consideraciones y deseos personales, o propaganda política.
Al reunirse en Palestina en el ´último tiempo, Israel permanece sin convertirse al Dios verdadero, con el velo puesto sobre sus ojos con respecto al verdadero Mesías. Continúa aguardándole, pero no a Aquel a quien Dios ha enviado ya de acuerdo a su plan, sino a un hombre de gran talento y poder político. Sobre este punto de vista, el deseo de este mundo y el deseo del pueblo hebreo coinciden. El mundo e Israel rechazan el verdadero Rey y Salvador, Cristo, y en cambio esperan con gran expectación al libertador conforme a los deseos de la carne.
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