CAP 3 desequilibrio social
(página 61-62)
Más tarde, no pudiendo crear para sí condiciones de vida fáciles para todos como en el mundo antediluviano, personas fuertes oprimían a los débiles con el objeto de explotar su fuerza muscular en su propio beneficio: surgió la esclavitud.
De pronto aparece en la arena la poderosa personalidad de Nimrod, el cual avasalla no solamente a personalidades particulares, sino a grupos enteros de convecinos, y se constituye en el primer rey dictador (Génesis 10.8-10) Más adelante, imitando a Nimrod, otras personalidades comienzan a esclavizar a grupos enteros, y de esta manera la familia humana comenzó a dividirse; primero en familias y luego en reinos (Génesis 10.11-12)
Se produce una pugna por la existencia entre personajes. Después, con la aparición de los estados surge la lucha entre éstos por el dominio de la Tierra. Con el incremento de la población esta lucha se tornó en cada siglo más exasperada. Se inventan nuevos armamentos destructivos. Bajo diversos pretextos y consignas se emprenden guerras sangrientas y la Tierra se cubre de sangre humana.
Apenas secada la sangre y silenciadas las armas mortíferas de la segunda y más terrible guerra mundial, por la imprenta, por la radio, en asambleas políticas y también desde los púlpitos de las iglesias, empieza a discutirse: ¿Quién tendrá que señorear el mundo entero y quién es digno para ser su conductor?
Los instrumentos de guerra, de bien poco tiempo atrás son para nuestro mundo contemporáneo como inofensivos juguetes. La Humanidad está viviendo en un terror agonizante. La gente estremecida se pregunta: ¿Qué nos deparará el próximo día?
He aquí el camino terrible por el cual la Humanidad ha ido después del diluvio y prosigue hasta el tiempo presente, bajo la dirección del príncipe de este mundo; el diablo.
No obstante, cuando seguimos con atención el desarrollo de la historia del mundo, encontramos que no todos los moradores de la Tierra iban, y van, por este camino deslizante, y no todos viven solamente con el fin de cavar pozos y ganar dinero para satisfacer el vientre con alimentos. Desde tiempos antiguos hubo personas, y las hay ahora, que formulan esta pregunta: ¿Hacia dónde va nuestro mundo?, ¿Cuándo y cómo será su fin?, Si el primer mundo pereció, entonces ¿a dónde llegará la Humanidad contemporánea que se dirige por el camino del primer mundo?
Más tarde, no pudiendo crear para sí condiciones de vida fáciles para todos como en el mundo antediluviano, personas fuertes oprimían a los débiles con el objeto de explotar su fuerza muscular en su propio beneficio: surgió la esclavitud.
De pronto aparece en la arena la poderosa personalidad de Nimrod, el cual avasalla no solamente a personalidades particulares, sino a grupos enteros de convecinos, y se constituye en el primer rey dictador (Génesis 10.8-10) Más adelante, imitando a Nimrod, otras personalidades comienzan a esclavizar a grupos enteros, y de esta manera la familia humana comenzó a dividirse; primero en familias y luego en reinos (Génesis 10.11-12)
Se produce una pugna por la existencia entre personajes. Después, con la aparición de los estados surge la lucha entre éstos por el dominio de la Tierra. Con el incremento de la población esta lucha se tornó en cada siglo más exasperada. Se inventan nuevos armamentos destructivos. Bajo diversos pretextos y consignas se emprenden guerras sangrientas y la Tierra se cubre de sangre humana.
Apenas secada la sangre y silenciadas las armas mortíferas de la segunda y más terrible guerra mundial, por la imprenta, por la radio, en asambleas políticas y también desde los púlpitos de las iglesias, empieza a discutirse: ¿Quién tendrá que señorear el mundo entero y quién es digno para ser su conductor?
Los instrumentos de guerra, de bien poco tiempo atrás son para nuestro mundo contemporáneo como inofensivos juguetes. La Humanidad está viviendo en un terror agonizante. La gente estremecida se pregunta: ¿Qué nos deparará el próximo día?
He aquí el camino terrible por el cual la Humanidad ha ido después del diluvio y prosigue hasta el tiempo presente, bajo la dirección del príncipe de este mundo; el diablo.
No obstante, cuando seguimos con atención el desarrollo de la historia del mundo, encontramos que no todos los moradores de la Tierra iban, y van, por este camino deslizante, y no todos viven solamente con el fin de cavar pozos y ganar dinero para satisfacer el vientre con alimentos. Desde tiempos antiguos hubo personas, y las hay ahora, que formulan esta pregunta: ¿Hacia dónde va nuestro mundo?, ¿Cuándo y cómo será su fin?, Si el primer mundo pereció, entonces ¿a dónde llegará la Humanidad contemporánea que se dirige por el camino del primer mundo?
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