cap.2 EL HOMBRE, REGENTE DEL PLANETA TIERRA
teruruguay@gmail.com (pag. 49-50)
El hombre creado por Dios fue hecho gobernador del reino de Dios; del linaje real. Creado a la imagen de su Creador, tenía en sí el aliento de la vida divina del Espíritu de Dios, y hecho participe de la naturaleza divina (Génesis 1:26,28).
Para esta tarea de regir el reino de Dios en la Tierra estaba enteramente preparado. Tenía la suficiente capacidad intelectual desde el primer momento, porque cuando Dios hace pasar delante de El los tipos básicos de todos los seres vivientes creados en la Tierra el hombre da nombres a cada uno de ellos (Génesis 2:19,20).
La residencia del regente de este planeta fue preparada por Dios en el huerto de Edén, desde donde su autoridad debía extenderse por toda la Tierra (Génesis 1:28). Sin embargo, la mayor prerrogativa del hombre al principio de su designación fue que el mismo Creador del Universo era su consejero, su poder, su sostén, su amigo y por así decirlo, su hermano mayor, dispuesto siempre a prestarle apoyo, si fuera necesario, En el momento de la aparición del hombre en la Tierra el Universo tenía una larga historia tras de sí, en el curso de la cual pasó por una gran conmoción, cuyos resultados se hacen sentir en la Tierra hasta nuestros días.
Al hombre, en su condición actual, no le es dado saber mucho sobre esta conmoción porque lo que le concierne al hombre es el pasado, presente y futuro de la Tierra, no del Universo entero; no obstante, Dios, por medio de su Palabra, vierte cierta luz al respecto, mostrándonos que antes de la aparición del hombre existían otros poderes aparte del poder de Dios, y no de ellos el que llegó a convertirse en diablo.
El hombre creado por Dios fue hecho gobernador del reino de Dios; del linaje real. Creado a la imagen de su Creador, tenía en sí el aliento de la vida divina del Espíritu de Dios, y hecho participe de la naturaleza divina (Génesis 1:26,28).
Para esta tarea de regir el reino de Dios en la Tierra estaba enteramente preparado. Tenía la suficiente capacidad intelectual desde el primer momento, porque cuando Dios hace pasar delante de El los tipos básicos de todos los seres vivientes creados en la Tierra el hombre da nombres a cada uno de ellos (Génesis 2:19,20).
La residencia del regente de este planeta fue preparada por Dios en el huerto de Edén, desde donde su autoridad debía extenderse por toda la Tierra (Génesis 1:28). Sin embargo, la mayor prerrogativa del hombre al principio de su designación fue que el mismo Creador del Universo era su consejero, su poder, su sostén, su amigo y por así decirlo, su hermano mayor, dispuesto siempre a prestarle apoyo, si fuera necesario, En el momento de la aparición del hombre en la Tierra el Universo tenía una larga historia tras de sí, en el curso de la cual pasó por una gran conmoción, cuyos resultados se hacen sentir en la Tierra hasta nuestros días.
Al hombre, en su condición actual, no le es dado saber mucho sobre esta conmoción porque lo que le concierne al hombre es el pasado, presente y futuro de la Tierra, no del Universo entero; no obstante, Dios, por medio de su Palabra, vierte cierta luz al respecto, mostrándonos que antes de la aparición del hombre existían otros poderes aparte del poder de Dios, y no de ellos el que llegó a convertirse en diablo.
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